
También salva algunos libros de poesia y de novela pastoril como el suyo mismo, la Galatea.
Si por mi fuese yo no quemaría ningún libro porque pienso que todos merecen vivir por muy malos que fuesen. A veces me ha ocurrido que empiezo odiando un libro por cualquier razón pero que continuo leyendo ( por obligación o por masoquismo personal) y al fin cuando lo termino pienso: pues no está tan mal, tiene su punto! (ej. Solitud)
A veces ni siquiera eso. Me lo termino leyendo y exclamo: mira que es malo, no deberían publicar estas cosas!
Quemar libros antaño? Puedo entenderlo, por lo menos daban calor.
Quemar libros ahora? Una barbarie, después nos dicen que hemos de reciclar, reducir y reutilizar.
2 comentarios:
Una interesante e inteligente reflexión. Le recomiendo que vaya ala entrada Quema de libros que propone la Wikipedia. Curisos -y terrible-
estoy de acuerdo contigo,
yo tampoco quemaría ningún libro; creo que tanto si son buenos como malos pueden enseñarnos siempre cosas y tienen que conservarse. Me encantan los libros, supongo que por eso pienso de este modo
Publicar un comentario