jueves, 27 de noviembre de 2008

El asesino

Miguel de Cervantes es sin duda el mayor asesino en serie de los libros de caballerías. En el capítulo VI lo vemos claramente. El autor destruye todos los libros de caballerías menos tres (Tirante el Blanco, Amadís de Gaula y Las sergas de Esplandián). Todos los otros merecen ser quemados. En el libro como excusa de proteger Don Quijote pero sabemos que esto va mucho más allá, se nos muestra la crítica del autor.
También salva algunos libros de poesia y de novela pastoril como el suyo mismo, la Galatea.

Si por mi fuese yo no quemaría ningún libro porque pienso que todos merecen vivir por muy malos que fuesen. A veces me ha ocurrido que empiezo odiando un libro por cualquier razón pero que continuo leyendo ( por obligación o por masoquismo personal) y al fin cuando lo termino pienso: pues no está tan mal, tiene su punto! (ej. Solitud)
A veces ni siquiera eso. Me lo termino leyendo y exclamo: mira que es malo, no deberían publicar estas cosas!

Quemar libros antaño? Puedo entenderlo, por lo menos daban calor.

Quemar libros ahora? Una barbarie, después nos dicen que hemos de reciclar, reducir y reutilizar.

2 comentarios:

soldevilla dijo...

Una interesante e inteligente reflexión. Le recomiendo que vaya ala entrada Quema de libros que propone la Wikipedia. Curisos -y terrible-

Marta dijo...

estoy de acuerdo contigo,
yo tampoco quemaría ningún libro; creo que tanto si son buenos como malos pueden enseñarnos siempre cosas y tienen que conservarse. Me encantan los libros, supongo que por eso pienso de este modo