Los hombres son curiosos y el amor impertinente.
La curiosidad como madre de grandes males no sólo ha matado al gato, sino que también a muchos hombres y a algunas mujeres. En los escritos sagrados y hasta en las tiras cómicas, los personajes curiosos son víctimas de grandes calamidades.
Hombres necios,
que acusáis a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;
Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si la incitáis al mal?
Combatís su resistencia,
y luego, con gravedad
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Sor Juana Inés de la Cruz
que acusáis a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;
Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si la incitáis al mal?
Combatís su resistencia,
y luego, con gravedad
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
Sor Juana Inés de la Cruz
1 comentario:
Sor Juana es una de mis poetisas preferidas; tuvo que pagar el precio de ser mujer, de ser americana, de no ser de alcurnia... pero los lectores la hemos redimido reivindicando sus maravillosos textos.
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